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Salvaguardias. “El Costo de la Vivienda y la Mano de Obra Sufrirán Impacto”

Salvaguardias. “El Costo de la Vivienda y la Mano de Obra Sufrirán Impacto”

Materiales y equipos que ingresan con más impuestos incidirán en el costo de la construcción y en el empleo

Proyectos inmobiliarios bajo sistemas de fiducias tendrán líos. Fueron vendidos sin considerar aumento de costos

Desde pernos hasta mármoles tienen sobretasas, lo cual alienta a productores nacionales

Productos de acero inoxidable, el aluminio compuesto y otros, no se hacen en el país o su producción es deficiente

Alegría para unos, preocupación para otros. En el sector de la construcción también se vive esta mezcla de sensaciones ante la aplicación de sobretasas a 2.800 productos que ingresan al país. En canteras y fábricas que elaboran productos para acabados de pisos y paredes están, por ejemplo, quienes saludan el salto de trampolín que podría significar esta medida para sus alicaídos negocios.

Armando Sánchez, fabricante e instalador de pisos cerámicos, dice que ya era hora de que pongan salvaguardias a productos como el mármol, granito y otros elementos para acabados en la construcción, pues la producción nacional de estos artículos estaba a punto de desaparecer frente a mercadería especialmente traída de China.

“La competencia es grande en mi ramo, las ventas han bajado y a veces debo paralizar las máquinas”, dice este empresario, quien recuerda que una plancha de granito importado costaba hasta antes de aplicarse las sobretasas unos $ 11, “mientras el nuestro, sin abrillantar, está a $ 17 el metro lineal”.

Pero los constructores ven en la medida arancelaria un duro golpe para el sector cuando maquinaria, equipos y materiales importados para las diferentes fases de una obra constan entre los gravados con tasas de entre un 5 % y un 45 %.

Quienes ejercen esta actividad coinciden en que la etapa de acabados, que utiliza productos como porcelanatos, granito, aluminio y vidrio, es la que más va a tener aumento de costos, lo que a su vez motivará la subida del precio de las viviendas y además provocará el recorte de la mano de obra en este sector.

Carlos Repetto, ingeniero civil dedicado a la construcción durante más de cuatro décadas, considera que los proyectos que han sido vendidos bajo sistemas de fiducias inmobiliarias -en las que el comprador aporta entre el 15 % y 30 % hasta que le entreguen la vivienda- tendrán inconvenientes.

Explica que en estos casos el promotor, que previó costos finales y fijó el precio de la casa antes de iniciar la construcción, hallará un aumento notable de costos en los materiales y en el proyecto como tal “y eso, en definitiva, va a tener que ser asumido por alguien”.

El también vicepresidente de la Cámara de la Construcción de Guayaquil, aclara que como gremio no se oponen a esta medida tomada por el Gobierno Nacional para, entre otros fines, precautelar la balanza de pagos. Sin embargo, esperan que esta no se extienda más allá de los 15 meses que el régimen de Rafael Correa ha fijado para su ejecución.

Promotores y constructores de todo el país hacen sus cálculos para no verse mayormente afectados con sus proyectos en ejecución y los que tendrán que desarrollar a futuro. Algunos de ellos suelen definir tres clases de costos en cada una de sus obras: los directos, que representan el 65 % del valor total de la obra; los indirectos, con el 20 %; y el precio del lote o terreno, que se lleva el restante 15 %.

Joan Proaño, gerente general de la inmobiliaria y constructora Proaño/Proaño, estima que, sobre todo, a partir de ahora, el tipo de vivienda que se construya determinará en qué medida se usarán los materiales nacionales o importados.

Explica que una construcción para niveles económicos bajos o medios tendrá mayor incidencia de productos nacionales y conforme vaya subiendo el precio de la vivienda, esta utilizará más insumos provenientes del extranjero.

Sin embargo, este arquitecto considera que las salvaguardias van a afectar únicamente al 10 % del costo total de los proyectos inmobiliarios como los que él desarrolla en el centro norte de Quito, donde actualmente existe gran demanda de departamentos con precios de $ 90.000 hasta $ 150.000.

Entidades financieras que otorgan créditos para vivienda, así como empresas comercializadoras de vidrio, aluminio y otros productos con salvaguardias, también fueron consultadas por este Diario sobre el impacto que tendría en ellas la medida arancelaria, pero aunque inicialmente pidieron que les envíen un cuestionario de preguntas, hasta el cierre de esta edición no los contestaban. Son tiempos de expectativas y también de mucha cautela.

Fuente: Expreso

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